Estábamos locos, pero qué bueno que terminó.
Las vueltas de la vida, cada una te hace más fuerte de lo que fuiste en la anterior.
Y bien, el lobo volvió a hablar con la luna para desahogar sus penas y la luna lo escuchó. Lo consoló porque no guarda rencor.
No es amor, es un vínculo fuerte e inexplicable pero ella no podría amarlo jamás. Lo quiere, quizás, cree en su capacidad y le desea lo mejor.
El amor... ¿fue amor cuando estábamos en nuestro lugar escondido?
He llegado a pensar que probablemente no era tan secreto, alguien más lo descubrió. ¿Nos descubrió?
Todo parece un juego y hasta me da risa, las vueltas que da la vida.
¿Significa algo? ¿Para ti, para mí o para él?
Quisiera devolver el tiempo para fijarme más en los detalles y estar prevenida cuando la vida me lanza una de sus jugadas. Pero para ser adivinos, no se nos dio el don.