jueves, 9 de mayo de 2019

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Un número, un normal y corriente número. Me pregunto, ¿tienes al igual que yo uno que te marque?

Puede que haya comenzado con una calle, una hora, una canción, un canal, un programa, un libro o una serie. En mi caso, fue una fecha, una persona. 

31

En alguna etapa de mi vida sentí que cierto número era demasiado especial, lo consideraba esencial, me llenaba. Llegó un punto en el que sólo me entristecía, como cuando recuerdas algo que ya perdiste y no volverás a ver nunca más.

Hoy en día, luego de años, este número reaparece en mi vida. Vuelve de una manera totalmente repentina y con toda la intención de volverme ruinas.

La razón principal que le dio vida a este número me enseñó una lección:

"Lo que más temes y le huyes, es lo que más atraes"

Y así fue, eso terminó esa historia.

Siempre tuve el miedo de vivir engañada, le huía y terminé ahogándome en mentiras, casi me cuesta la vida.

He tenido otros temores, en menor magnitud pero allí estuvieron, algunos todavía están. Y hoy este número hace real uno de ellos, pero de otra manera, una muy inesperada.

Hasta una enfermedad puede llevar este número puesto, ¿quién lo diría?

"La vida se trata de causalidades, no de casualidades" he leído por allí, pero creo que se equivoca.

¿Causa y efecto o sólo destino?

Este número me persigue, no me suelta.


sábado, 4 de mayo de 2019

¿vida normal?



A veces me pregunto si cada una de las personas que se encuentran en la faz de la tierra se hacen esta misma pregunta: ‘¿por qué no puedo tener una vida normal?’… Yo me la hago a menudo. De hecho, cada que adquiero alguna experiencia, cada que llega una persona a mi vida, cada que estoy viviendo un momento, cada día que pasa. No sale de mi mente, es parte de mí.

Desde que tengo uso de razón no hay nada que no lo complique todo, siempre me pregunto ¿por qué tiene que ser así? ¿Por qué simplemente no todo puede estar bien? Cuando siento que está todo de maravilla, ocurre algo que lo daña, lo afecta, lo destroza. ¿Me pasa sólo a mí? Solía pensar que me daba miedo estar un poco feliz, porque sabía que pronto todo ese sentimiento, toda esa emoción se iba a desvanecer en cualquier momento. Podía definir esta única palabra con otra.

Felicidad = Efímero.

Sé que no estar bien a veces es bueno, es parte del equilibrio, pero no entiendo la razón de que lo que no está bien me persiga, y traiga consigo la tristeza, la inseguridad y el miedo. Cada que vuelve es más fuerte, es más grave, es más insólito. No lo entiendo.

Hoy leí ‘cada tropiezo en su historia la ha vuelto más sabia y más letal’ y no lo dudo, habla de mí. Cada inseguridad me ha dado una enseñanza, pero ¿hasta cuándo? ¿En qué momento de mi vida encontraré la verdadera estabilidad?

Tantas preguntas se esconden en una sola, es como ese árbol que tiene años en aquel parque de la ciudad, con miles y miles de raíces, unas más profundas que otras, empiezas a contarlas y nunca terminas, así se ramifica esta incógnita en mi cabeza.

Son muchas respuestas que espero pero realmente sólo quiero una, esa única respuesta desencadenaría todas las demás. Sólo así acabaría mi dilema. 

Y tu dilema, quizás.


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