Yo soy yo y tú eres tú
Yo no estoy en este mundo para cumplir tus expectativas y,
tú no estás en este mundo para cumplir las mías.
Tú eres tú y yo soy yo.
Si en algún momento o en algún punto nos encontramos,
y coincidimos, es hermoso.
Sino, pocas cosas tenemos que hacer juntos.
Tú eres tú y yo soy yo.
Falta de amor a mi mismo,
cuando en el intento de complacerte me traiciono.
Falta de amor a ti,
cuando intento que seas como yo quiero.
En vez de aceptarte como realmente eres.
Tú eres tú y yo soy yo.
Fritz Perls
Muchas cosas me he guardado, pero espero que ésta sea la última vez que te escribo.
He pasado tanto tiempo preguntándome la razón de mi asfixia y finalmente la encontré. Resulta que fuiste tú quien desencadenó mi perdición. No lo había visto, hasta hoy.
Así que, por favor, no vuelvas. Porque cuando vuelves, brillo. Pero nunca te quedas, y al irte te llevas todo contigo, hasta lo que no he sido.
Me he convertido en alguien que no soy, gracias a ti, tuve que reinventarme desde cero y ésta no es mi mejor versión.
No regreses, porque cuando regresas, saco lo mejor de mí y te lo entrego. Tú sin más, lo guardas todo en una maleta y sigues tu camino. Me dijeron que te vieron lanzarla por el puente, y que la misma se fue con la corriente del río.
Y tú sin saberlo, me dejaste con frío. Vulnerable, expuesta, sin siquiera un abrigo.
Me he hecho daño carcomiendome la cabeza, buscando una razón. Y la tenía ahí, justo en ese lado del corazón, donde jamás quiero voltear a ver.
Mi vacío lleva tu nombre y apellido, pero no porque me haces falta, sino porque me dejaste sin nada.
Seca, como el otoño.
Ahora debo reencontrar mi brillo, y cuando lo haga... Por favor, no vuelvas. Es lo único que te pido.
Carta al amor propio no correspondido.