Do you want to delete all these feelings?
Justo ahora y en este preciso momento necesito escribir, requiero poder sacar todo esto que me esta consumiendo por dentro. Estoy harta de sentirme así, y todo por culpa de mi mente. Es raro que una persona que parece que lo tiene todo entre en colapso, ¿no? pero así es la vida, muy poco nos llena.
Desde muy niña me empecé a catalogar de una manera, muy poco agradable para una pequeña dulce y sonriente. Me calificaba de mala hija, primero que todo, mala hermana, mala estudiante, mala persona... en pocas palabras me consideraba un fracaso, un ser que habría tenido que morir al nacer y no un milagro como toda mi familia dice.
Mala hija por desobedecer a mi madre cuando quería ir a jugar y ella no me lo permitía, mala hermana por tener celos y pensar que solo a ella la querían, mala estudiante porque no eximia todas las evaluaciones y mala persona, por existir, porque con solo respirar sentía que era un problema para los demás.
Viví con esos pensamientos por mucho tiempo, rondaba en mi cabeza el hecho de desaparecer. En el colegio no me fue bien, no encajaba, también me calificaba de fracasada por eso, por no ser capaz de hacer amigas de verdad. En esta etapa me hallaba más fracasada que nunca, decepcioné mucho a los míos y eso me hacia sentir peor de lo que mis fibras podían percibir.
Decidí irme de casa a estudiar lejos, pensé que era lo mejor, alejarme y dejar de causar tanto dolor.
Todo iba bien al principio, por un momento se me olvidaron mis malos pensamientos y tenía una meta. Al final no la conseguí y me sentí desdichada, otra vez, mi sueño de estudiar la carrera que anhelaba se volvió más inalcanzable de lo que ya era. Traté de mantener la calma y esforzarme una vez más, una segunda oportunidad y lo logré, fui realmente feliz... pero luego de una gran felicidad siempre, siempre vienen las peores tormentas y así fue, había logrado avanzar en mi carrera, había hecho amigos que sentía que eran de verdad, hasta que me di cuenta que en realidad estaba muy sola y que no debí confiar. Fracasé, otra vez, en amistad, en el amor y en mantenerme a raya. Mis pensamientos de fracaso de la niñez se hicieron tan vívidos que solo volví a desear desaparecer, era obvio que yo no debía estar aquí, en este mundo, siendo un obstáculo para los demás. Me hundí, me hundí tanto que casi lo hago real, la única razón que me frenó fue mi familia, ponerme en su lugar. Ya les había causado suficiente daño como para provocar aún más. Me dediqué a leer para olvidar, los libros muchas veces son salvación, eso fueron para mi. En el momento justo llegaron los libros indicados y algo dentro de mí pude cambiar, no fue fácil, de verdad que no, estaba muy rota y reconstruirme iba a ser complicado pero eso también lo logré. Luché contra mis demonios y los encerré, en especial esos dos demonios que se encargaban de repetir "eres un fracaso" "Tienes que desaparecer". Fueron confinados a estar en un baúl bajo llave y por primera vez, desde que tenía uso de razón, sentí paz. Me encontraba plena y segura. Fue un largo tiempo que estuve así, todo iba muy bien para mi, a pesar de esas cosas pequeñas que perturban, las cuales siempre van a estar pero que son normales, propias de una persona común. Hoy en día he perdido esa calma, otra vez, me siento al borde del precipicio y tengo miedo de caer, si caigo el baúl se destroza y todos los demonios podrán salir. Ellos nunca se quedaron tranquilos, siguieron dando batalla pero nada que no podía controlar, hasta ahora. Se han vuelto más fuertes y yo estoy adquiriendo debilidad, estoy luchando pero siento que ya no puedo. El demonio "eres un fracaso" es quien quiere tomar el control y acabar con todo y me estoy odiando porque lo estoy dejando de a poco. Sin embargo, no soy capaz de pronunciar esas palabras para calificarme de esa manera, no de nuevo, ni siquiera lo quiero ni pensar, no me lo puedo permitir... pero si sigo así, el demonio ganará y lo que había construido quedará hecho polvo y yo también. No encuentro una explicación para esta mala jugada que me está haciendo mi mente pero está en mi contra, me he perdido, me estoy rompiendo justo donde había logrado unir las piezas. Y no sé si esta vez, pueda salvarme.